<$BlogRSDURL$>

miércoles, enero 05, 2005

El extraño retorno de Fey y otros cuentos

jijiji

Se acabó el 2004, y con él, uno de los años más extraños y saturados en el mundo de la música. Los porcentajes de ventas y redituables de la industria disquera siguen bajando casi tan rápido como la popularidad de Ashley Simpson y Ricky Martin (a quien ya no tuvimos que soportarle de nuevo el cuento de que “el dinero y la fama lo hacen infeliz”, si tanto le molesta que se autoexilie a un pueblucho, con una gallina, un arco con flechas y una hamaca), como sea, los magnates de la música hicieron su agosto con el hip pop, género que predominó y elevó hasta las nubes a artistas afroamericanos como Usher (el big winner del 2004), Alicia Keys y Beyoncé (quien reafirmó el éxito de “Crazy in love” con otros tres hits y en un acto de caridad regresó con las Destiny´s Child). Sonaron también los Black eyed peas y Eminem.




En el pop recibimos dos álbumes de grandes éxitos, “Britney Spears, Greatest Hits: My prerogative”, donde Spears nos demuestra que ninguna otra cantante de su generación es capaz de generar tantos éxitos: 21 en total en 5 años de carrera; y el inmejorable “Robbie Williams, Greatest Hits”, recopilación del verdadero rey del pop, que aclaro, no es Justin Timberlake. Jessica Simpson se internacionalizó, Avril Lavigne destacó, Christina Aguilera se lució, Kylie Minogue cayó y Janet Jackson enseñó un pezón.







Debutaron tres grupos importantes: Maroon 5, Franz Ferdinand y Keane. U2 arrasó. Volvieron The Cure y Green Day. Nació una nueva diva: Joss Stone. Madonna no nos dio más éxitos, prefirió aterrorizarnos a todos (niños incluidos) con sus libros infantiles, pues la reina del pop ya no está interesada en que la gente se vista como ella, desea que la gente piense como ella. El 2004 terminó sorprendido con el meteórico lanzamiento como solista de Gwen Stefani.




En México todo es diferente. Nuestra big big BIG winner fue Julieta Venegas, que acaparó todos los premios, reconocimientos, top tens y el guardado de las alcancías de millones de mexicanos y latinoamericanos (y hasta pochos y españoles), vendiendo tantas, pero tantas copias que su álbum “” (que llegó a doble disco de platino). Se tiraron infinidad de copias del álbum, que mutó en tres versiones, dos de ellas expandidas.




Fue también un buen año para Café Tacvba, Tiziano Ferro, Alejandro Fernández, Mark Anthony (¡y como no!), Molotov, Diego Torres y Alejandro Sanz, quien se llevó 5 grammys latinos. De manera inexplicable el año marcó el éxito de Belinda, la nueva princesa del pop en español, a quien Mtv coronó como lanzamiento del año. Ella colocó 4 sencillos en la cima de las listas. Atrás quedaron los tiempos de las viejas solistas adolescentes, Linda, Anahí, Gloria Aura y Litzy -todas ellas ya extintas-. No hubo lugar para otra(s) princesa(s), gracias por participar, Mariana Ochoa y Jeans. Por fin alguien fumó a Ely Guerra.



Pero más misterioso es el caso de otra quinceañera, bueno, de la eterna dieciséisañera Fey y su álbum “La fuerza del destino”, un álbum con covers de Mecano (inteligente decisión). Al parecer la chica Coppel ya pagó con el fracaso del sofisticado “Vértigo” el karma de habernos torturado por media década con su pop vacío e insoportable y regresa, con los chakras limpios y eclipsando por completo al fallido, arcaico, prehistórico “Como nace el universo” de Gloria Trevi, para quien quedó muy, pero muy lejos revivir triunfos pasados. A años luz quedó de su contrincante en los noventas, Alejandra Guzmán, quien tuvo un éxito moderado, pero consistente con “Lipstick” y nominaciones al Grammy, latino (que ganó) e internacional.





Presenciamos con gula asesina la esperada caída de las nubes de los siempre sobrevalorados Luis Miguel, Juanes y Paulina Rubio, cuyo álbum “Pau-Latina” pasó con más pena (ajena) que gloria. Cayendo vertiginosamente desde la cima de su ego, Pau comprobó que el éxito es pasajero y que lo suyo es la polémica, el rumor, el chisme. No así la cantada. Como sea, Paulina se lleva de consuelo una nominación al Grammy como álbum latino del año (¿?) y la conducción de los Mtv VMA´S Latinoamérica (en donde acudió con desparpajo a uno de sus lugares comunes de escándalo mostrándonos su poco agraciado trasero), logro que no le arrebata ni su fracaso como “cantante” (y eso que ya lleva unos 25 años en “eso”).




Shakira nos mostró dónde están los ladrones estafando una vez más a su fans con otra recopilación innecesario de sus gastados éxitos. Otros fracasos estrepitosos... corrijo, estrepitosísimos fueron los discos churros de Isabel Madow, Raquel Bigorra (la “¡llame ya!”) Aylin Mujica, Lucero, Christian Castro, Mariana Ochoa y por supuesto Yuri. ¿Y Thalía? A diferencia del año anterior, la ex-reina de las telenovelas (y ex máxima figura artística nacional) no figuró como cantante, sino como empresaria, y se rumora que permanece en un retiro espiritual, jugando a la botellita con un frasco de astrodiet con la también súper flaquita Mary Kate Olsen.





|

as seen on tv music