jueves, noviembre 18, 2004
¡Macumba!, ¡Macumba!
Que les saquen el chamuco a Sardina y Astrompeta, después de ver ese churro llamado "The Exorcist, the beginning" no cabe duda de que están poseidos por Macumba, la reina del lugar.
La película -que no es ni remotamente comparable con la original y está llena de errores e incoherencias- no vale la pena por los pequeños sustos que la colman, vale la pena por el final, que es verdaderamente hilarante y yo interpreté como comercial de el Palacio de Hierro, claro, si se tiene un buen sentido del humor, porque yo era el único que se reía en la sala.
Como sea, la película me inspiró a comprar una nueva mascota (tras la misteriosa desaparición de Allan Poe), se llama Paleloca, y te odia (sí, a ti).
